1.- Nunca uses en bebés menores de 12 meses fotoprotectores que no sean MINERALES.
2.- A partir del año, elige productos especialmente formulados y testados para estas edades, es decir, fotoprotectores pediátricos:Índice de protección solar alto: SPF 50+. Mejor sin perfume (pueden provocar alergrias y, por lo tanto, es mejor evitarlo en niños); si es posible, libres de alcoho; y preferiblemente elige texturas en crema o loción, en vez de spray, ya que estos suelen llevar alcohol.
3.- Es fundamental que sean resistentes al sudor, a los roces y al agua; lo que no significa que sea suficiente con aplicarlos una sola vez.
4.- Aplícalo de manera generosa por todo el cuerpo ¡No olvides las orejas, los piececitos y el cuero cabelludo, si tu peque tiene aún poco pelo!
5.- Los fotoprotectores pediátricos, debido a que llevan filtros químicos, aplícalos siempre 30 minutos antes de que tenga lugar la exposición solar. ¡Repítelo, MÍNIMO, cada 2 horas y, por supuesto, siempre que el niño salga del agua
6.- ¡No te confíes! Aunque el niño esté resguardado en un lugar de sombra, sigue aplicándolo. Las radiaciones solares se reflejan tanto en el agua como en la arena y eso puede resultar muy perjudicial para una piel tan sensible.
7.- ¿Tengo que aplicar la protección aunque no vaya a la playa? ¡Por supuesto! Hazlo siempre que saques al niño a la calle en las zonas que vayan a estar expuestas al sol. ¡Tampoco olvides seguir aplicándosela cuando acabe el verano!