Las emociones y el otoño

Miércoles 29 de Setiembre de 2021

El otoño es época de cambios. El verano termina y las agendas vuelven a llenarse de obligaciones que dejan poco espacio al descanso. A este aterrizaje ‘forzoso’ en la rutina hemos de sumar todos los cambios que suceden a nuestro alrededor: el invierno se acerca, vienen las lluvias, las horas de luz disminuyen… todo termina influyendo en nuestro estado de ánimo, provocándonos cambios de humor, haciéndonos perder la concentración y aumentando el cansancio y el estrés. ¿Cómo podemos hacer frente a esta realidad? ¿Hay algún truco que puede ayudarnos? ¡Sigue leyendo y no caigas en el desánimo!

La vuelta de las vacaciones estivales supone una auténtica revolución en nuestras vidas. No son pocas las personas que experimentan alguna que otra dificultad a la hora de reincorporarse al trabajo y tener que renunciar a esa vida ‘slow’ en la que tenían tiempo para todo y las prisas quedaban relegadas a un segundo plano. El simple hecho de adaptarse al cambio de horarios de comida o de sueño puede llegar a convertirse en un auténtico reto. Además, para muchos, la vuelta al trabajo en septiembre supone toparse de bruces con una realidad en la que pueden sentirse frustrados y al límite, algo que hace aún más complejo ese proceso de adaptación por el que todos pasamos en esta época del año. 

Síndrome postvacacional

A pesar de que el síndrome postvacacional no existe como enfermedad, conocemos como tal al conjunto de síntomas que padecen algunas personas cuando deben volver al trabajo tras las vacaciones estivales. Suele presentarse como un estado de malestar genérico, con síntomas tanto físicos como psíquicos, afectando principalmente a personas jóvenes. Estos síntomas también pueden aparecer en los más pequeños de la casa, con el inicio de las clases.  

¿Podemos hacer algo para evitarlo? En circunstancias normales el síndrome postvacacional no tarda demasiado en desaparecer de nuestras vidas. No obstante, podemos trabajar algunos aspectos que pueden ayudarnos a mejorar:

- Trabaja la motivación en el trabajo. Haz tu trabajo lo mejor posible, inyéctale ilusión a cada proyecto, recupera la conciencia de la utilidad de lo que haces.  

- Apóyate en tus compañeros; busca cómplices con los que seguir adelante.

- No pienses solo en trabajo. Planifica actividades de ocio. ¿Por qué no buscas una escapada?

- Intenta retomar los hábitos saludables: dieta equilibrada, deporte e higiene del sueño. ¡Todo te ayudará! 

Lo normal es que, si la persona no estaba deprimida previamente, no tarde demasiados días en habituarse al nuevo ritmo. Sin embargo, si el malestar persiste en el tiempo y los días se vuelven cada vez más grises, es fundamental contar con el apoyo de un profesional.

¿Puede haber algo más?

Si la vuelta al trabajo no supone un problema real, pero el desánimo forma parte de tu día a día, entonces puede ser que padezcas depresión o astenia otoñal.
La astenia otoñal es algo transitorio derivado de la llegada de una nueva estación como respuesta de nuestro organismo a los cambios del entorno (disminución de las horas de luz y de las temperaturas). Todas estas modificaciones generan una alteración de los biorritmos, algo que puede terminar afectando negativamente a nuestro estado de ánimo. La principal responsable de todo lo que ocurre en nuestro cuerpo en este momento del año es la alteración de la melatonina, que es una hormona que se encarga de regular la temperatura corporal o el sueño. La producción de melatonina aumenta con la reducción de la luz solar y este incremento provoca una bajada de serotonina conocida como la hormona de la felicidad. El resultado de mayores niveles de melatonina y menores de serotonina es la aparición de la apatía, el cansancio, la somnolencia o la tristeza.

Ante esta apatía generalizada podemos ponernos manos a la obra e intentar salir de ella con grandes dosis de optimismo y algún que otro consejillo: 
Te vendrá genial exponerte al sol durante unos 1 minutos al día (si puedes a primera hora de la mañana, ¡mejor que mejor!).

- Incluye el deporte en tu vida. Recuerda, mens sana in corpore sano.

- Intenta dormir lo que tu cuerpo necesite para estar descansado.

- Vigila la ingesta de determinados alimentos y aumenta la cantidad de frutas y verduras. 

- Busca tiempo para ti y los que te rodean. 

Trastorno afectivo personal

Con la llegada del otoño es habitual que las personas que padecen depresión asistan a un agravamiento de sus síntomas y de un incremento de su apatía. Esto es lo que recibe el nombre de Trastorno afectivo estacional que, algunas veces, puede llegar a convertirse en una depresión prolongada. Sus síntomas suelen mejorar con el cambio de las estaciones, pero lo más recomendable es acudir a un profesional que establezca un diagnóstico concreto e indique el tratamiento a seguir. 

Los cambios no son procesos sencillos y, en ocasiones, nuestro organismo puede tardar algo más en adaptarse. Lo importante es ser capaz de disfrutar de cada momento con la mejor de nuestras sonrisas. ¿Te apuntas a intentarlo?