¡Entrevista con Cisco García!

Jueves 15 de Abril de 2021

Una lesión modular en 2015 le obligó a cambiar la toga por una silla de ruedas. Así pasó Cisco García de ser abogado a ser tenista paralímpico. Su historia de superación y la preciosa familia que forma junto a su mujer, Raquel, y a su pequeño Gonzalo, han conseguido que se cuele en nuestras vidas para enseñarnos que hay que abrazar la vida como viene y que nada, ni nadie, debe hacernos perder la sonrisa por muy empinado que se ponga el camino. Y es que si hay alguien que ama la vida por encima de todo, ése es él. Trabajador incansable, entusiasta y soñador empedernido, al que ni el destino ni la pena consiguieron arrebatarle lo más importante: sus sueños. 

Cisco García (I)_Farmacia I+

Por empezar por el principio, ¿quién es Cisco García?

Tengo 39 años y hasta el 28 de diciembre de 2015 llevaba la vida que quería, la que me gustaba; trabajaba de abogado, hacía snowboard, viajaba, estaba con mis amigos… ese día se truncaron todos mis sueños. Decidí reinventarme para poder seguir llevando una vida que realmente me apasionara; una vida que estuviese llena de retos, de objetivos y de sueños. Y me convertí en jugador de tenis profesional. 

Hasta ese momento jugaba de manera amateur y me encantaba el tenis; era una de mis pasiones. Poco a poco fui compitiendo cada vez más, entrenando y lo convertí en mi profesión. A día de hoy soy muy feliz dedicándome al tenis, dando conferencias, viajando por el mundo… Sigo llevando la misma vida intrépida y apasionante que llevaba antes. Llevo una vida de la que estoy orgulloso y eso me alegra mucho. 

¿Cómo empieza uno a pensar en reinventarse al darse cuenta de que la vida ya no iba a ser como antes?

Es algo muy gradual. Las primeras semanas de la lesión estás como en shock y vives en una montaña rusa de emociones. Hay momentos en los que estás un poco eufórico porque crees que vas a recuperarte… otras veces estás hundido porque te das cuenta de que la vida te ha cambiado completamente. Atraviesas distintas fases. A medida que pasan las semanas y los meses, cuando te das cuenta de que no te vas a recuperar y que no vas a volver a nadar es cuando te plantas y piensas que, ante algo que va a ser definitivo, tienes dos opciones: o llevas una vida sedentaria por la que vas a pasar sin pena ni gloria y en la que vas a estar triste; o apuestas por jugar las cartas que te ha dado el destino y prueba a ver qué pasa. Yo aposté por esta opción y seguí saliendo, yendo a todos los sitios, y me di cuenta de que todo era más fácil de lo que parecía, que la vida en silla de ruedas no era lo que yo imaginaba. Yo creía que una persona en silla de ruedas no podía ser independiente, no podía vivir sola, no podía viajar, no podía hace deporte, no podía ir a bares, no podía tener una vida social plena, y me di cuenta de que sí, de que con una buena actitud y apretando los dientes ante los retos que una persona a pie ni se imagina, pues se podía; pero de eso me fui dando cuenta cuando pasaron unos meses. La verdad es que fue algo que hice muy rápido. 

¿Fue el tenis en silla de ruedas tu salvación?

Fue una de ellas, sin duda. El tenis en silla de ruedas me devolvió unos objetivos, unas ganas de luchar por algo, una motivación importante… ¡y me divertía mucho! En la pista de tenis me ocurría lo mismo que me pasaba en la montaba cuando me ponía música y bajaba a hacer snow. Me olvidaba de todo. 

También es cierto que al principio de la lesión tienes una bajada importante de autoestima y cree que cualquiera, por el hecho de ir a pie, es mejor que tú. El tenis te devuelve mucho. Estás haciendo algo muy bien, algo que impresiona -tanto a ti como a los que te ven desde fura- y eso, en esos momentos de baja autoestima te devuelve una parte. 

Ahora que eres deportista de élite, ¿cómo te preparas físicamente?

De lunes a viernes entreno unas 2-2,5 horas en pista y luego algo más de una hora en el gimnasio. El sábado también hago físico –no hago pista- y el domingo descanso. 

También intento ir al fisioterapeuta una vez a la semana. Los últimos meses me he descuidado un poco y he estado yendo una vez cada dos semanas, algo que ahora estoy pagando porque llevo unas 2-3 semanas con contracturas en sitios complicados. 

Cisco García (II)_Farmacia I+

¿En qué momento deportivo te encuentras ahora mismo?

En lo que a juego se refiere, diría que en mi mejor momento deportivo. Quizás no en cuanto a ranking –en 2019 llegué a estar el 4 de España y el 58 del mundo y ahora estoy el 5 de España y el 66 del mundo- pero en cuanto a juego, sin duda. El año pasado empecé a entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona una semana al mes y me cambiaron todos los golpes y empecé a jugar diferente. Me costó tiempo asimilar estos cambios y, de hecho, me empezó a ganar gente que hacía mucho que no me ganaba, pero yo sabía que, aunque estaba dando un paso atrás me serviría luego para dar un paso hacia adelante. Y así fue. En Octubre del año pasado empezó a dar su fruto el trabajo que habíamos hecho y empecé a ganar torneos buenísimos tanto nacionales como internacionales y puse la guinda en Diciembre, en la Academia de Rafal Nadal, quedando subcampeón de España; algo que era impensable hace un tiempo. 

En IG podemos ver un poco tu lado cocinillas, ¿cuidas mucho tu alimentación?

(Sonríe). Tengo una lucha interna conmigo mismo porque me gusta comer mucho, supongo que como a todo el mundo. No es ninguna novedad, pero quizás tenga menos fuerza de voluntad que para otras cosas. Entre semana intento hacerlo todo bien (muchas legumbres, verduras, uso mucho el horno…), pero luego en el fin de semana me intento dar algunas licencias porque me encanta estar con amigos, disfrutar de la vida… y para mí, una de las partes de ese disfrute es comer. 

Ahora estoy trabajando mucho el real fooding, pero también es verdad que el real fooding mete, a veces, cosas que no demasiado dietéticas, pero están muy ricas y son real food. 

Cuando uno practica deporte a tu nivel, ¿qué es más importante, la preparación física o psicológica?

Es complicado. Es verdad que el tenis sí que requiere una preparación psicológica muy importante, algo que a mí me ha costado especialmente este año. Al principio no tenía responsabilidad y todo era subir, es decir, si no iba bien era normal pero luego cuando entrenas tanto, quieres hacerlo bien, y eso es algo que me ha costado un poco. Te diría que para mí es más importante el nivel técnico, pero el aspecto mental también es de gran importancia. Diría que un 70% el tema técnico y un 305 el mental, al menos cuando hablamos de tenis de silla. En el tenis de ATP, sin embargo, me parece casi más importante el tema mental. 

¿En qué ha cambiado el Cisco García de ahora del que era antes del accidente? ¿Qué has aprendido?

He aprendido a ser más sosegado, más tranquilo, en parte por las circunstancias. Por ejemplo, antes cuando llegaba a la plata en seguida me ponía a jugar a las palas, iba de un lado a otro… me costaba estar quieto en un sitio. Ahora todo es diferente; para mí moverme en la arena es difícil. Ahora me voy al mar, alquilo moto de agua… estoy más sosegado, pero también diría que quizás es por la edad. Han pasado cinco años, tengo un hijo, y eso te sosega. Pero creo que sigo siendo muy curioso, muy inquieto; sigo teniendo ganas de hacer muchas cosas y creo que en eso el accidente no me ha cambiado en nada. Y es algo de lo que estoy muy orgulloso. 

La Revista Forbes te ha incluido dentro de los 100 mejores influencers españoles, cuentas con 286.000 seguidores en IG…¿Pensaste alguna vez que iba a pasar esto?

Nunca. Abrí la cuenta de Instagram en Noviembre de 2016 a mí, en realidad, no me gustaban mucho las redes sociales. La abrí porque cuando iba por la calle me daba cuenta de que la sociedad no estaba acostumbrada a tratar a gente joven en silla de ruedas. Miraban con pena, te ofrecían ayudar que no necesitabas… fue para mostrar una vida plena en silla, que es algo que existe. Quería que la gente que la gente de a pie viera la realidad y se acostumbrase a ella, y que la gente que iba en silla se motivase y viera que podía hacer de todo. 

La cuenta fue evolucionando, fue creciendo cada vez más y, al final, fue enseñando todo tipo de cosas, fui contando mi día a día, lo que me gustaba hacer… y entonces te das cuenta de que es lo que a la gente la gusta ver realmente, lo que engancha. A veces me preguntan por la fórmula y realmente no creo que haya una. ¿Por qué una persona está en un sitio? Pues porque ha gustado, porque ha caído bien… enganchar a la gente es un tema complicado. 
Haber conseguido estar ahí en silla me hace sentir muy orgulloso. Poder hacer que la gente que te ve se olvide de la silla y que solo vea a la persona me parece muy bonito. 

Tu primer libro fue Irrompible. El arte de levantarse siempre una vez más, y ahora un libro infantil narrado por el propio Gonzalo Compañeros de aventuras. La familia que no se rindió jamás, en el que contáis vuestro día a día, vuestras aventuras, vuestros viajes… ¿por qué ese cambio de estilo? Quizás muchos pensaban que tu segundo libro estaría enfocado a la autoayuda, a la superación… 

Voy a tardar mucho tiempo en escribir un segundo libro como Irrompible –o una segunda parte- porque me vacié por completo en éste. Irrompible me llevó mucho tiempo, mucho trabajo, muchas revisiones obsesivas quitando y poniendo porque quería que quedase muy, muy bien. 

Cuando nos propusieron hacer Compañeros de aventuras. La familia que no se rindió jamás tenía mucha energía para hacerlo porque era un libro de fantasía, totalmente diferente al anterior. En él hemos intentado contarles a los niños cosas importantes, adaptándonos obviamente a su lenguaje, usando la fantasía. Nos gusta que aprendan cosas, que comprendan que si algo no te sale a la primera, pues ya te saldrá a la segunda o a la tercera y que si sigues insistiendo con buena actitud, seguramente al final te saldrá; y que si no te sale, tampoco pasa nada. Contamos pequeñas enseñanzas cotidianas de nuestro día a día. 

Me gusta mucho que termino los dos libros con la misma historia, que es la de la tortuga coja que no se rindió jamás o que se empeñó en seguir viviendo. 

Quizás haya mucho de los que te vean a través de IG o de la televisión que piensen que realmente lo que ofreces es una fachada de felicidad y que realmente en tu día a día, alejado de los focos y del móvil, no eres tan feliz como muestras, ¿qué les dirías? 

Les diría que lo que muestro es prácticamente lo que soy. En mí día a día puedo tener momentos malos, pero no por la silla en sí. Es algo que me sorprende que me pregunten y que creo que a los demás les sorprende mi respuesta. Para mí, la silla es mi vida y es algo que tengo totalmente aceptado. Creo que a los nueve meses de la lesión estuve triste una vez, pero después nunca lo he vuelto a estar. 

Acepto los problemas como parte de la vida, con mucha naturalidad, intentando que no afecten mucho a mi vida cotidiana, y creo que eso es lo que muestro en mis redes sociales. Es cierto que hay cosas que en redes no puedo contar tan abiertamente porque no se ve como algo natural y que sí conté en mi libro. En el libro no me importé abrirme, me gusta hacerlo, pero tienes que saber dónde hacerlo. Ahí pude explicarme, contar momentos duros que tuve con el tenis, períodos que tuve con cierta ansiedad… intento enseñar todas estas cosas, teniendo claro que no es oro todo lo que reluce. 

Si yo te digo, Raquel… ¿tú qué me dices?

El león que todos esperamos. Hace años vi una secuencia de una película con ella que me impactó mucho y con la que me sentí plenamente identificado. Yo no encontraba a nadie que me enamorara e incluso pensé que me pasaba algo (sonríe). Hasta que llegó ella. Fue algo muy bonito porque, además, luego nos pasó la adversidad gorda y es cuando te das cuenta de que era ella de verdad. 

Para terminar Cisco, ¿qué le pides a la vida? 

Le pido salud. Quizás suene muy trivial, pero lo más importante es tener salud. Pido saludo para Gonzalo, para mis padres, para mi hermana, para mi cuñado, para mis sobrinos y, por supuesto, para Raquel y para todos mis amigos. Y también pido que el mundo sea un poquito mejor, que haya menos injusticias.