1,2,3… ¡responda otra vez! ¿A que parece una respuesta sencilla? ¡Pues en absoluto! Un aceite esencial es un extracto líquido, concentrado y complejo, que se obtiene por destilación al vapor de plantas aromáticas o de órganos de estas plantas (flor, hoja, madera, raíz, corteza, fruto, etc.) Es, por lo tanto, la esencia destilada de la planta aromática y se compone de un centenar de moléculas especialmente activas para la salud diaria.
Algo importante que hemos de tener en cuenta es que no todos los aceites esenciales contienen los mismos componentes, ni las mismas propiedades, por lo que estandarizarlos es bastante complicado. De hecho, actualmente existen distintos tipos de aceites esenciales según su calidad.
Existe la creencia errónea de que sí, pero debemos decirte que NO. Los aceites vegetales son sustancias que se extraen del fruto o de la semilla de las plantas. Están formados por ácidos grasos naturales, vitaminas, antioxidantes y oligoelementos, que ayudarán –según el aceite vegetal que sea- a hidratar, regenerar y nutrir la piel, entre otras muchas cuestiones.
Los más conocidos son el aceite de almendra, el de argán, el de jojoba o el de rosa de mosqueta, entre otros.
A través de la piel (vía tópica)
En cuanto a la aplicación tópica hay que tener presente que los aceites esenciales son muy irritantes, por lo que se deben utilizar diluidos en algún aceite vegetal y nunca se deben aplicar directamente sobre la piel.
A través del olfato (vía respiratoria)
Su consumo de esta manera es lo que da como resultado la conocida aromaterapia. En ella, los aceites esenciales se emplean para dar masajes terapéuticos como consecuencia del importante efecto relajante que se les conoce.
A través del sistema digestivo (vía oral)
Antes de lanzarnos a consumir un aceite esencial debemos de tener en cuenta dos cosas:
Los aceites esenciales forman parte de numerosos productos cosméticos. Podemos incluir 2 gotas en nuestras dosis de crema facial para potenciar su efecto, para calmar las pieles sensibles, por ejemplo; o en el champú para prevenir y frenar la caída del cabello o para regular la seborrea. Además, diluyéndolos en algún aceite vegetal podemos obtener efectivos tratamientos para contusiones, golpes y todo tipo de lesiones musculares.
En términos generales, el uso de los aceites esenciales debe ser supervisado por un especialista (¡Nosotros estaremos encantados de ayudarte en cualquiera de nuestras farmacias I+!).
Como precauciones generales:
¿Has probado alguna vez los aceites esenciales? ¿Los recomendarías? ¿Cuál es tu favorito?
¡Recuerda que ante cualquier duda, lo mejor es que consultes con un profesional que pueda ayudarte! ¡En Farmacia I+ puedes encontrar a los mejores!