Cuando la diabetes no está bien controlada, es decir, cuando los niveles de glucosa en sangre permanecen elevados de forma bastante continuada en el tiempo, a largo plazo, el paciente diabético empieza a sufrir una serie de daños en su organismo que pasan por el mal funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos, los riñones, los ojos, etc.
En términos generales, las complicaciones a las que puede tener que hacer un paciente diabético son:
Convertida en la complicación más habitual de la enfermedad, el conocido pie diabético se encuentra dentro de las complicaciones microvasculares antes mencionadas.
¿Por qué se produce?
El pie diabético es consecuencia de una disminución en la sensibilidad nerviosa y en la circulación sanguínea de la zona. Esta situación conlleva un mayor riesgo de que aparezca una herida o una infección ante cualquier llaga, golpe o ampolla.
La curación del pie diabético es larga y complicada, ya que pueden llegar a producirse úlceras muy dolorosas que, a veces, pueden llegar a agravarse llegando a provocar la amputación.
El tratamiento del pie diabético siempre debe estar supervisado por un profesional sanitario.
¿Cómo puede prevenirse el pie diabético?
Hay una serie de pautas que puedes seguir para, en la medida de tus posibilidades, evitar la aparición del pie diabético. ¡Toma buena nota de ellas!
1.- Es importante que revises concienzudamente tus pies de forma diaria para detectar posibles heridas. ¡Puedes ayudarte de un espejo para comprobar las zonas más complejas de ver solo!
2.- Usa calcetines que no te opriman la circulación de la zona. ¡Caminar sin calzado no te beneficia!
3.- Corta las uñas de los pies rectas y límalas con suavidad eliminando cualquier pico que pudiera terminar originándote alguna herida.
4.- Tras la vuelta a casa después de un duro día, tus pies te agradecerán un baño con agua tibia y jabón durante, por lo menos, 5 minutos. ¡Te sabrán de diez!
5.- No olvides secar muy bien tus pies, sobre todo la zona que queda entre los dedos.
6.- Procura caminar a diario, el ejercicio beneficia la circulación de tus pies.
7.- Un masaje relajante con crema hidratante no te vendrá nada mal pero, eso sí, nunca la apliques entre los dedos.
8.- Si un día notas cualquier hinchazón o enrojecimiento en alguna zona de tu pie, lo mejor es que informes cuanto antes a un profesional sanitario.
9.- Si fumas, ¡olvídate de continuar haciéndolo!
10.- ¿Callos? ¿Alguna uña clavada? No intentes arreglar la situación; lo mejor es que acudas al podólogo.
Recuerda, ¡la prevención es salud!